Yo soy el pan vivo que bajó del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre. —Juan 6:51a 

Haga clic aquí para leer la lectura bíblica de esta semana: Juan 6:41-45

Los domingos, mis tías tenían la hermosa costumbre de hornear pan criollo juntas. ¡El aroma del pan recién horneado siempre llamaba mi atención! Sin embargo, lo que más admiraba era la calidez de verlas reunidas, preparando una cena deliciosa para llevar a casa. No podía evitar preguntarme… ¿qué tiene el pan que ilumina un hogar? Y, más aún, ¿por qué Jesús se refirió a sí mismo como el Pan de Vida?

A lo largo de las Escrituras encontramos diferentes pasajes donde Jesús menciona el pan o lo usa como símbolo. Su enseñanza sobre el Pan de Vida revela, en esencia, cómo se puede obtener la vida eterna. Él es el pan vivo. En lo natural, parece impensable aceptar la enseñanza de comer la carne de Jesús. Sin embargo, el Señor revela que comer Su carne significa recibir la vida eterna: creer que Él murió por nuestros pecados y permanecer en Su palabra.

En la última cena con Sus discípulos, las Escrituras dicen:“Jesús tomó pan, dio gracias y lo partió; luego se lo dio a ellos, diciendo: ‘Este es mi cuerpo entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí’” (Lucas 22:19).  Este es, quizá, el símbolo más significativo del pan en la Biblia. Así como el cuerpo de Jesús sería quebrantado por nosotros, Él partió el pan antes de dárselo a Sus discípulos. Por la obra terminado en la cruz, si creemos y permanecemos en Su palabra, podemos recibir la vida eterna.

El pan criollo caliente horneado en nuestros hogares es un deleite para la cena, pero… ¿no te gustaría comer del Pan de Vida y recibir la vida eterna?

Reflexióne: ¿Has aceptado a Jesús como el Pan de Vida, recibiendo por fe el regalo de la vida eterna?

Iniciador de Oración: 

Señor, gracias por morir por mis pecados. Que pueda deleitarme en la santa comunión, recordando que Tú eres el pan vivo. Gracias por la promesa divina de vida eterna.

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